Lo primero es tu seguridad. Por eso, es muy importante antes de realizar cualquier tipo de limpieza, desconectar la instalación tanto la corriente continua como la alterna.
Si tienes que subirte a una escalera, toma las medidas de seguridad correspondientes.
La limpieza es sencilla, podrás limpiar tus paneles con una manguera, una solución jabonosa, y si es necesario para retirar excrementos de pájaros u otros residuos sólidos, con un cepillo de cerdas blandas.
Cuidado: no uses instrumentos de lavado a presión ni cepillos de cerdas fuertes ni elementos para rascar, ya que podrían deteriorar el panel.
¿Con qué frecuencia? Una vez al año es suficiente, aunque dependerá de la suciedad que acumulen.
Es conveniente evitar el estrés calórico por lo que es recomendable realizar el mantenimiento a primera hora de la mañana y durante los meses de primavera.